Perfectamente integrada en el mapa urbanístico de Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat es una localidad en plena expansión. Su excelente conexión con la Ciudad Condal la convierten en el lugar ideal para vivir a un paso de la capital barcelona con las comodidades de un entorno residencial.
A pesar de su cercanía con Barcelona, L’Hospitalet de Llobregat es un municipio autónomo con Ayuntamiento propio. Los orígenes de esta ciudad se remontan a la cultura ibérica (siglo IV a.C.), aunque existen vestigios anteriores que identifican pobladores en la región. “Se han encontrado pruebas de presencia humana durante el Paleolítico y el Neolítico en el valle del río Llobregat”, informan desde el Consistorio de la localidad.
Después, durante Imperio romano, la población aumentó en esta región catalana y en L’Hospitalet se han encontrado múltiples restos que así lo confirman. Uno de los más destacados es la ‘Cabeza de Medusa’, un auténtico emblema histórico para la ciudad.
Fechada en torno al siglo II a.C., esta pieza de mármol circular de uso funerario se exhibe en el Museo Arqueológico de Barcelona y es tan importante para L’Hospitalet de Llobregat que incluso hubo movimientos políticos y sociales que pidieron su regreso al Museo de Historia muncipal.
Provençana, el primer nombre de L’Hospitalet
El descubrimiento de la ‘Cabeza de Medusa’ tuvo lugar a principios del siglo XX en los alrededores de la ermita de Santa Eulàlia de Provençana, pero el nexo de la ciudad con esta ermita no se produce únicamente a través de la ‘Cabeza de Medusa’. Tal y como se destaca en documentos escritos del siglo X, Provençana era el nombre originario del municipio que extendía sus dominos hasta la sierra del Collserola y el río Llobregat.
Los primeros pasos de L’Hospitalet se remontan a 200 años después, cuando se formaron dos núcleos de población que rodeaban a la ermita de Santa Eulàlia y el Hospital de la Torre Blanca –barrios de Santa Eulàlia y Centre, respectivamente–.
Vivir en una ciudad con historia
Con el paso de los años, la localidad fue creciendo y poco a poco cambió su actividad agrícola por la instalación de industrias textiles. El desarrollo no se hizo esperar y, el 15 de diciembre de 1925, Alfonso XIII le otorgó el título de ciudad a una zona que no paraba de aumentar su demografía.
Durante la etapa franquista, tal y como recuerda el Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, la inmigración que acogió el municipio fue tal que se convirtió “en el segundo de Cataluña en número de habitantes”. La llegada de la democracia trajo consigo un gran desarrollo urbanístico que dotó el callejero de colegios, polideportivos, mercados, parques y centros culturales. Desde entonces, la ciudad no ha parado de crecer y se ha convertido en un municipio moderno junto a Barcelona.
Ahora eres tú quien va a comenzar una nueva vida en este municipio donde AEDAS Homes ofrece dos promociones. Tanto Torre Estronci 99 como Cook ofrecen viviendas de obra nueva de 2 a 4 dormitorios situadas en las mejores ubiciaciones de L’Hospitalet de Llobregat. ¿Quién no querría disfrutar de las vistas de la ciudad desde las piscinas de sus cubiertas?