La falta de lluvias de los últimos meses ha provocado que pueda calificarse a este otoño como el más seco de todo el siglo XXI y el tercero con menos agua desde 1965. Los pantanos ofrecen unos bajísimos niveles de agua y reflejan una estremecedora imagen en la que se aprecian los efectos de la carencia de precipitaciones.
El pasado mes de septiembre fue el mes más seco del otoño y, aunque en octubre y noviembre llovió algo más, los niveles acumulados de agua no fueron suficientes para recuperar las cuencas hídricas. De media, durante la estación otoñal se registraron 84 litros por metro cuadrado, una cifra que supone hasta un 59 % por debajo de lo habitual.
El último informe disponible en el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el consumo medio de agua, fechado en 2014, en los hogares españoles sitúa el dato en los 132 litros por persona y día, cantidad que se duplica en las casas con jardín que deben hacer frente al riego de plantas y árboles. Para garantizar la cobertura de las necesidades básicas, el gasto hídrico debería situarse entre los 50 y 100 litros de agua por persona y día.
Las cifras son alarmantes: según la ONU, en 2030 casi la mitad de la población mundial habitará en áreas de estrés hídrico. Si te estás preguntando qué puedes hacer para colaborar contra la sequía, echa un vistazo a estos trucos para gastar menos agua en casa con los que también conseguirás ahorrar en las facturas de fin de mes.
1. Cierra el grifo
Parece una obviedad, pero todavía hay quien se lava los dientes con el grifo abierto o quien friega los platos después de comer dejando correr el agua. Conciénciate con el medio ambiente y cierra el grifo cuando no lo necesites.
2. Dúchate en lugar de bañarte
Según la Organización Mundial de la Salud, la media de litros gastados durante una ducha de cinco minutos es de 95 litros. Esta cantidad equivale al agua que bebe una persona durante 50 días, un total mucho más reducido que si nos damos un baño a la antigua usanza. Llenar la bañera supone unos 230 litros de gasto.
3. El retrete no es una papelera
En función de la antigüedad de la cisterna del inodoro, su capacidad puede variar entre los 6 y los 12 litros. Ten este dato en cuenta cada vez que arrojes al retrete cualquier producto del que no debas deshacerte a través de la cañería como, por ejemplo, bastoncillos, toallitas higiénicas o toallitas desmaquillantes. El retrete no es una papelera.
4. Riega cuando se vaya el sol
Si riegas tus plantas cuando se haya ido el sol evitarás gran parte de la evaporación y no tendrás que ‘alimentarlas’ con tanta frecuencia. Recuerda que, cuando de ahorrar agua se trata, cada gota cuenta.
5. Dale uso al agua que no utilizas
Coloca el cubo de la fregona bajo el grifo de la ducha mientras esperas que se caliente el agua. De esta manera le darás uso a un agua completamente útil que iba a irse por el desagüe –además de para fregar el suelo, también la puedes utilizar para regar–.
6. Los electrodomésticos, con cabeza
Usa los electrodomésticos de manera eficiente. Pon la lavadora y el lavavajillas cuando estén llenos y no malgastes agua poniéndolos en marcha a media carga.
7. Innovación que te ayuda a ahorrar
Los avances en tecnología nos permiten ahorrar hasta 10.000 litros por persona al año. Este importante ahorro –de unos 28 litros al día– es posible gracias a AquaReturn, un aparato creado en 2013 por el alicantino Alfonso Cuervo-Arango. Su mecanismo es muy sencillo: cuando abrimos el grifo del agua caliente, el dispositivo impide la salida del agua hasta que alcanza al menos 35ºC. Una vez que se llega a esa temperatura, AquaReturn emite un sonido que avisa de que ya se puede abrir el grifo. ¿Su precio? Unos 350 euros.
También en el cuarto de baño se puede instalar el e-Shower, un sistema desarrollado por la empresa Hamwells que promete ahorros de hasta el 90 %. Según la compañía, con este aparato que recicla y filtra el agua desechada para su reutilización se gasta lo mismo en una ducha de 10 minutos que en una de solo 120 segundos. En este caso, el desembolso es mayor que en el caso de AquaReturn: 2.950 euros.
Más sencillo es el aparato que, a través de un semáforo de colores, avisa al usuario de que está pasando demasiado tiempo bajo el agua. Cuando la luz de este dispositivo es verde, no hay problema y se está utilizando el agua de una forma responsable; pero cuando cambia a rojo es sinónimo de que estamos empezando a derrochar y conviene cerrar el grifo. El Waterpebble, como así se llama este sistema, se coloca junto al desagüe y cuesta 13 dólares.