Es una tradición que viene de la Edad Media, pero ¿cuál es su significado?
El sector de la construcción también es un mundo de tradiciones que, en mayor o menor medida, van sobreviviendo al paso del tiempo. Una de las más reconocibles es la llamada ‘puesta de bandera’: la colocación de una bandera en la cumbre del edificio en obras, ya sea de viviendas o de cualquier otro tipo.
La costumbre de colocar una bandera en un edificio en obras se remonta a la Edad Media, cuando en la construcción por ejemplo de una iglesia se utilizaban andamios de madera inestables que eran propensos a causar accidentes. Para conocer de dónde venían rachas de viento, en las construcciones se colocaba un paño o trapo en la parte más alta y así intentar prevenir estos accidentes.
¿Por qué se pone una bandera en las obras?
La puesta de bandera en una obra actual es una tradición que cada vez menos constructoras practican. En la mayoría de los casos simboliza el hecho de que, sin accidentes, se ha concluido la obra de la parte más difícil e importante: la estructura.
Algunas empresas siguen celebrando este hecho con una ‘chuletada’ para todos los trabajadores participantes. La barbacoa, que solía incluir panceta, chorizos, morcillas y bebida, se traducía también en medio día festivo –a partir de la hora de comer– para los trabajadores.
Cuando se pone la bandera en una obra, de viviendas o de cualquier otro tipo, puede significar también que se ha finalizado totalmente su construcción. Sin embargo, las razones de puesta de bandera han evolucionado mucho desde su origen medieval.
Hoy en día es un acto más solemne, sobre todo si lo realiza la promotora de un proyecto residencial. Sigue habiendo numerosas empresas que mantienen de una u otra forma esta tradición con barbacoa incluida. La puesta de bandera es importante porque indica que se ha llegado al punto de inflexión del edificio, ya que al concluir la estructura empieza la cuenta atrás para entregar las llaves a los propietarios y por eso la promotora lo suele celebrar con un gran evento. Hay tradiciones que no se acaban, pero sí evolucionan. La puesta de bandera es un buen ejemplo en el mundo de la construcción.