Bozouls no es un pueblo apto para vertiginosos: basta con echar un vistazo a las imágenes que acompañan a este texto para darse cuenta de ello. Esta población francesa situada en el departamento de Aveyron sorprende a todo el que se acerca a visitarla, ya que los edificios están ubicados justo sobre un elevado acantilado de 100 metros de profundidad.
Esta localidad ha mantenido tan singular arquitectura durante más de mil años, algo que, a tenor de las impactantes perspectivas que se pueden tomar desde sus diferentes ángulos, puede parecer arte de magia. Sus algo menos de 3.000 habitantes están acostumbrados a ver a los turistas con la boca abierta delante de sus casas, y seguro que hay quien juega a adivinar quién será el más intrépido a la hora de sacar la foto.