Cada vez falta menos para el día de San Valentín. Si alguien te tiene robado el corazón, este post te interesa. Te vamos a dar algunas de las mejores ideas para pasar San Valentín en casa y que puedas sorprender a tu pareja en un día tan especial. Cualquier opción es buena, desde una romántica cena para dos, una escapada inolvidable o, ¿por qué no?, no salir de vuestro ‘“nidito’”. Desde AEDAS Homes te animamos a que practiques ‘nesting’, el término con el que se define al hecho de no hacer planes fuera y disfrutar de casa.
Películas de amor que no fallan
Sobre todo por si el tiempo fuera no ayuda, entre las mejores ideas para San Valentín en casa también tenemos buenos consejos para un día de los enamorados con peli y manta. Además de los clásicos como El diario de Noa, Ghost, Shakespeare in Love o Dirty Dancing, puedes dejarte llevar por el romanticismo de otros títulos que todavía no hayáis visto. Ya sabes que lo más importante es tener palomitas y a tu amor bien cerquita.
Un buen baño de espuma
Otro de los planes para San Valentín en casa a los que puedes recurrir es un baño de espuma. Si todavía cuentas con una bañera en vez de plato de ducha, puedes echar sales aromáticas, bombas de espuma y transformar el baño en un auténtico spa (aunque sea durante un día, piensa siempre en la sostenibilidad y el ahorro de recursos). No obstante, si tienes ganas y espacio, es un plan de lo más romántico para olvidarse de las tensiones del día.
Prepara un regalo único
Para sorprender a tu pareja con un regalo, no hace falta desembolsar un capital enorme. Tú mejor que nadie conoces qué le haría ilusión y también puede ser una buena idea para San Valentín en casa. Escribe una carta, prepara un álbum con vuestras fotos favoritas o elabora una rica cena para olvidar un duro día de trabajo. ¡Imaginación al poder para no fallar este 14 de febrero!
Conquistar por el estómago
Haz memoria: ¿cuáles son las recetas favoritas de esa persona tan especial para ti? Prepara un menú ‘San Valentín’ y demuestra cuánto amor cabe en un plato. Puedes decorar la mesa con velas, copas altas o lo que más os guste. Lo importante no es la estética ni si se queda duro el risotto, sino el momento que vais a compartir juntos. Si sale rico, mejor que mejor.