Ginés Garrido, arquitecto del estudio Burgos & Garrido responsable del proyecto de Altos del Pilar, ha querido compartir con los futuros propietarios de esta promoción de obra nueva las ventajas que supone disponer la piscina en la cubierta del edificio. La construcción, situada en el madrileño barrio de Aluche, ofrece este espacio en la azotea para que la optimización de los recursos comunitarios sea máxima.
“La idea de trasladar la piscina a una posición muy poco usual en un edificio de viviendas ha sido lo que permite ganar dos espacios que son muy distintos y que hacen del edificio algo seguramente sorprendente para los que lo puedan visitar”, afirma Garrido poniendo el foco en las zonas comunes de Altos del Pilar.
Por un lado, los propietarios de las 100 viviendas de 2, 3 y 4 dormitorios que componen Altos del Pilar disfrutarán de un lugar para refrescarse en verano a la vez que contemplan unas increíbles vistas sobre el skyline del sur de Madrid, orientación que además permite la entrada de luz natural durante todo el día.
Y, junto a este espacio para el relax y el descanso, también podrán hacer uso del recinto arbolado que se crea en la zona inferior del edificio. “El patio de manzana puede ser un espacio arbolado, ligeramente silencioso, en el que poder hacer otra actividad social o individual”, destaca el arquitecto Ginés Garrido. El bienestar se hará hueco entre los lugares verdes que ofrece esta promoción de obra nueva.
“El jardín es el punto de acceso a todas las viviendas y es un lugar primordial que recibe siempre muchísima atención por nuestra parte. No siempre es así: habitualmente uno se encuentra con patios de manzana que son el residuo del resto del proyecto”, asevera Paco Burgos, otro de los arquitectos que ha trabajado en Altos del Pilar.
“El espacio tranquilo y sombreado del jardín está complementado con un solárium y una piscina con unas vistas estupendas que dotan al edificio de un carácter especial que esperamos que traslade a la gente que viva allí el sentimiento de vivir en una vivienda singular”, continúa Burgos, que añade: “La piscina en la última planta, sobre la cubierta, evita los ruidos que producen las piscinas en los espacios cerrados. Te coloca en una cota en la que tienes dominio sobre Madrid”.