Recuerda cuántas veces has gritado “¡casa!” cuando jugabas. ¿Tenías 4, 7, 9 años? El corazón te latía con fuerza. Los zapatos llenos del polvo que levantabas al correr. Al pronunciar esa palabra te sentías a salvo. Nadie te podía tocar. Nada malo te podía suceder.
Hay cosas que se quedan grabadas para siempre. Los psicólogos dicen que ciertos comportamientos se construyen en la infancia. Luego crecemos y los vamos llevando dentro en nuestras diferentes edades.
Decir ‘casa’ es estar a salvo de todo lo malo que te puede suceder. Casa es confianza, resguardo, abrigo, protección, blindaje, seguridad. Quizá los juegos nos preparen para la vida adulta. Puede que sean simulacros para lo que venga después.
Ahora estamos viviendo una época que nadie había imaginado. No es un juego. Es real. Está sucediendo a nuestro alrededor. Pero pasará. Lo sabes. Aunque también sabes que la vida es impredecible. ¿Cuántos peligros nuevos nos esperan?
Ante esa incertidumbre solo cabe estar preparados. En AEDAS Homes trabajamos para que miles de personas puedan gritar casa cuando quieran. Gritarlo o susurrarlo. Incluso pensarlo sin mover los labios.
Porque ‘casa’ es la esencia de lo que somos y de lo que hacemos.
No construimos edificios. Hacemos casas. Y cuando decimos que hacemos casas nos referimos a la construcción minuciosa de esa palabra que luego tú vas a pronunciar un día.
Este convencimiento no es de ahora ni te lo estamos diciendo porque las circunstancias nos obliguen. Forma parte de nuestra esencia, de nuestra visión y de nuestra voluntad.
Y seguiremos haciéndolo.
Y seguiremos confiando en que cada vez más personas puedan sentir su casa como ese espacio en el que ser ellos mismos y sentirse con la seguridad y la confianza que hacen falta para que la vida merezca la pena.